PROFESORA LEOMARY QUERECUTO
CÁTEDRA
BOLIVARIANA
3er AÑO A y B
INFANCIA Y EDUCACÍON DE SIMÓN BOLÍVAR

Cuando Simón Bolívar vino al
mundo, Caracas era una pequeña ciudad colonial con una población de 40000
habitantes aproximadamente. Caracas era una ciudad apacible, de clima
agradable, con calles estrechas y empedradas. Las casas estaban construidas de
manera sencilla, de una sola planta, con amplios patios internos adornados con
árboles frutales.
La sociedad colonial estaba dividida en
clases sociales claramente diferenciadas: blancos peninsulares, blancos
criollos, pardos, indios y negros.
Los blancos criollos se destacaron del
resto de los grupos de la colonia por su inconformidad con el gobierno español,
que nos los permitió participar en los puestos de gobierno más importantes.
Los mantuanos se caracterizaron por sus
constantes enfrentamientos con las demás clases sociales.
Bolívar era mantuano de nacimiento, pues
descendía de familias de apellidos notables, que poseían tierras, propiedades y
esclavos desde la época de la conquista.
Su condición social le permitió desde muy niño una vida cómoda y llena de privilegios, rodeado de criados que lo cuidaban y maestros privados que lo educaron.
Sin
embargo, la muerte temprana de sus seres queridos, templó su carácter y marcó
una infancia solitaria, que luego se transformó en una juventud rebelde y
dispuesta a la lucha.
LOS
FAMILIARES DE BOLÍVAR
FAMILIA BOLÍVAR
El origen de la familia Bolívar se remonta
a la provincia de Viscaya, situada en la región vasca de España. Inicialmente,
el apellido se escribía Bolibar que en lengua vasca significa piedra de molino.
El primer Bolívar en llegar a Venezuela
fue don Simón Bolívar, quien vino con el gobernador Diego de Osorio en 1587.
Luego vino su hijo, también llamado Simón, quien nació en Santo Domingo y se
residenció en los Valles de Aragua, donde tuvo una encomienda de indios.
Los Bolívar desempeñaron altos cargos
administrativos durante la colonia, como alcaldes, regidores y justicia mayor.
También alcanzaron rangos militares en la milicia, bajo las órdenes del Rey.
El padre de Simón Bolívar, don Juan Vicente
Bolívar y Ponte, nació en 1726. A los 16 años participó en la defensa de la
Guaira, cuando fue atacada por los piratas. También ocupó el rango de coronel
de las milicias de los valles de Aragua.
En 1781, el padre de Simón Bolívar envió
una carta a Francisco de Miranda, donde le rogaba que se pusiera al frente de
la revolución. En una parte de la carta se expresaba: “A la primera señal que nos haga, estamos dispuestos a servirle como
nuestro jefe hasta el fin”.
En la sociedad colonial, la familia
Bolívar tiene una participación destacada en lo político, social y económico.
Lo cual se debe considerar como una referencia importante en el desarrollo de
la infancia del Libertador.
LA FAMILIA PALACIOS
El origen de la familia Palacios se ubica
en la región española de Miranda de Ebro, en Castilla la Vieja. En España, los
antepasados castellanos de Simón Bolívar se dedicaron a la carrera de las
armas, donde ocuparon cargos importantes.
El abuelo materno de Simón Bolívar, don
Feliciano Palacios y Sojo, llegó a la ciudad de Caracas donde se casó con doña
Francisca Blanco Heredia. Del matrimonio nacieron once hijos, entre los cuales
se hallaba doña María de la Concepción Palacios y Blanco, futura madre del
Libertador.
María de la Concepción Palacios y Blanco
nació en Caracas en 1758. La familia Palacios era propietaria de grandes
extensiones de tierra y sus miembros poseían una amplia cultura. Un tío de doña
Concepción Palacios, don Pedro Palacios y Sojo (conocido luego como el padre
Sojo), fue u notable músico de la colonia, fundador de la Escuela de Música de
Caracas.
FAMILIA BOLÍVAR Y PALACIOS
En 1773 don Juan Vicente Bolívar, de 47
años de edad, se casó en Caracas con María de la Concepción Palacios, quien
entonces tenía 15 años. De esa unión nacieron cuatro hijos: María Antonia,
Juana, Juan Vicente y Simón. Posteriormente, nació María del Carmen, pero
apenas vivió unas pocas horas.
La familia Bolívar Palacios poseía
numerosas propiedades, tanto en Caracas como en Aragua y los valles del Tuy.
También eran dueños de las minas de Aroa en Yaracuy y propietarios de muchos
esclavos.
SIMÓN JOSÉ ANTONIO DE LA
SANTÍSIMA TRINIDAD
Simón José Antonio de la Santísima
Trinidad Bolívar y Palacios nació el 24 de julio de 1783 en la ciudad de
Caracas, a pocos metros de la plaza mayor. Fue bautizado el 30 de julio en la misma iglesia catedral
por el sacerdote don Juan Félix Aristiguieta y Bolívar, quien era su tío.
En diciembre de 1784, cuando tenía 18 meses
de edad, el niño Simón recibió la herencia de su tío: la casa de las Gradillas
con todos sus muebles, una hacienda en Yare con 25 000 árboles y otra en
Macayra con 30 000 árboles. Igualmente, heredó todos los esclavos que se
encontraban en las propiedades.
BOLÍVAR HUÉRFANO
Simón Bolívar quedó huérfano
durante su niñez. Tenía apenas dos años y medio cuando murió su padre, don Juan
Vicente Bolívar, el 19 de enero de 1786. Cuando tenía 9 años perdió a su madre,
doña Concepción Palacios, quien falleció el 6 de Julio de 1792, a los 34 años
de edad.
Después de la muerte de doña Concepción,
Simón Bolívar y sus hermanos quedaron bajo el cuidado de su abuelo materno, don
Feliciano Palacios, quien murió al año siguiente.
A partir de entonces, Carlos y Esteban
Palacios se ocuparon de sus sobrinos, los hermanos de Bolívar. A Simón Bolívar
le correspondió la atención de su tío Carlos Palacios, aunque siempre prefirió
a su tío Esteban, quien tenía un carácter jovial y cariñoso. El viaje del tío
Esteban a España afectó mucho al niño Simón.
UN NIÑO DEMASIADO INQUIETO
La vida del niño Bolívar en casa de su tío
Carlos Palacios era muy difícil debido al carácter severo del tutor, quien
además viajaba constantemente fuera de Caracas y lo dejaba con la servidumbre.
En julio de 1795, un día antes de cumplir
los doce años, Simón Bolívar se fugó de la casa de su tío Carlos y se fue a
vivir donde su hermana María Antonia, ya casada con don Pablo de Clemente.
Su tío se dirigió entonces a la Real
Audiencia, donde expuso: “El pupilo me
venera y se sujeta ciegamente a mi voluntad; estoy cierto de que me profesa
mucho amor y mejor ley”. Estas palabras de Carlos Palacios no eran ciertas,
ya que por otra parte decía que Simón era un niño absolutamente desaplicado a
todo género de instrucción.
Sin embargo, la Real Audiencia ordenó que
el niño Simón regresará a casa de su tío Carlos. A pesar de las protestas del
niño, un esclavo lo cargo por la fuerza y lo trasladó a la casa del maestro
Simón Rodríguez, donde iniciaría sus primeros estudios.
Simón Bolívar fue un niño
solitario y triste, pero al mismo tiempo rebelde y altanero.
LA VIDA EN LA ESCUELA
La escuela de Simón Rodríguez era también
su casa, donde vivía con su esposa María de los Santos Ronco, su hermano
Cayetano Carreño, su esposa, más cinco niños que estudiaban en la casa, y la
servidumbre.
A los pocos días, Simón Bolívar se escapó
de la escuela y fue a casa del obispo Viana. El caso fue de nuevo a la Real
Audiencia, donde el obispo habló en favor de Bolívar. Sin embargo, la
institución ordenó al niño: A no salir
otra vez sin permiso del mismo maestro de su lado y compañía.
Luego de este segundo
incidente, el niño Bolívar regresó voluntariamente a la casa de su tío Carlos,
quien lo llevó nuevamente a la escuela de Simón Rodríguez.
A los 12 años, el futuro Libertador
prefería pasear, montar a caballo y bañarse en el río, aunque con el tiempo
comenzó a interesarse más por los estudios.
LOS MAESTROS DE SIMÓN
La educación de Simón Bolívar comenzó con
las lecciones de Simón Rodríguez, quien le impartió los primeros conocimientos
de aritmética e historia, así como las lenguas española y latín. Simón
Rodríguez educó a Bolívar para vivir con perseverancia, en libertad y en
estrecha relación con la naturaleza.
El maestro aprovechó el espíritu inquieto
y rebelde de su joven alumno para despertar en él las ideas de libertad que
para la fecha llegaban de Europa y de los Estados Unidos.
Según refiere Rufino Blanco Fombona… “Rodríguez hizo cerrar los libros de texto y le abrió el gran libro de la naturaleza. Le enseña antes que nada a ser fuerte de alma y de cuerpo y a convivir con la naturaleza sin ser víctima de ella”.
Otros maestros de Bolívar fueron el cura José Antonio Negrete, quien le enseño
historia religión; Guillermo Pelgrón, nociones de latín; y Fernado Vides, escritura y aritmética. También fue contratado como
maestro de Bolívar, el joven Andrés
Bello, apenas dos años mayor que su alumno. Bello le enseño letras y
geografía al joven Simón. Años después, el Libertador se expresó de Bello de la
siguiente manera: “Fue mi maestro cuando
tenía la misma edad; y yo le amaba con respeto”.
Para mejorar los conocimientos
matemáticos del joven Simón, su familia contrató al sabio capuchino fray
Francisco de Andújar, quién le enseño álgebra, geometría, física y topografía.
Sobre la educación recibida, el Libertador
expresó: “Me buscaron maestro de primer
orden en el país. Robinson, a quién usted conoce, fue mi maestro de primeras
letras y gramática. De bellas letras y geografía, nuestro famoso Bello. Se puso
una academia de matemática sólo para mí por el padre Andújar”.
EL CADETE BOLÍVAR
En 1797 el joven Simón con tan sólo 14 años entró como cadete en el batallón de Milicias de Blancos Voluntarios de los valles de Aragua, el mismo donde había servido su padre Juan Vicente con el grado de Coronel. El 4 de julio de 1798, el cadete Simón Bolívar obtuvo el grado de subteniente en la sexta compañía de su batallón