jueves, 1 de octubre de 2020

Infancia y Educación de Bolívar





                                                     PROFESORA LEOMARY QUERECUTO


CÁTEDRA BOLIVARIANA

3er AÑO A y B

 INFANCIA Y EDUCACÍON DE SIMÓN BOLÍVAR
















BOLÍVAR DESDE NIÑO

     Cuando Simón Bolívar vino al mundo, Caracas era una pequeña ciudad colonial con una población de 40000 habitantes aproximadamente. Caracas era una ciudad apacible, de clima agradable, con calles estrechas y empedradas. Las casas estaban construidas de manera sencilla, de una sola planta, con amplios patios internos adornados con árboles frutales.

     La sociedad colonial estaba dividida en clases sociales claramente diferenciadas: blancos peninsulares, blancos criollos, pardos, indios y negros.

     Los blancos criollos se destacaron del resto de los grupos de la colonia por su inconformidad con el gobierno español, que nos los permitió participar en los puestos de gobierno más importantes.

     Los mantuanos se caracterizaron por sus constantes enfrentamientos con las demás clases sociales.

     Bolívar era mantuano de nacimiento, pues descendía de familias de apellidos notables, que poseían tierras, propiedades y esclavos desde la época de la conquista.

     Su condición social le permitió desde muy niño una vida cómoda y llena de privilegios, rodeado de criados que lo cuidaban y maestros privados que lo educaron.

     Sin embargo, la muerte temprana de sus seres queridos, templó su carácter y marcó una infancia solitaria, que luego se transformó en una juventud rebelde y dispuesta a la lucha.

 

LOS FAMILIARES DE BOLÍVAR

 

FAMILIA BOLÍVAR

     El origen de la familia Bolívar se remonta a la provincia de Viscaya, situada en la región vasca de España. Inicialmente, el apellido se escribía Bolibar que en lengua vasca significa piedra de molino.

     El primer Bolívar en llegar a Venezuela fue don Simón Bolívar, quien vino con el gobernador Diego de Osorio en 1587. Luego vino su hijo, también llamado Simón, quien nació en Santo Domingo y se residenció en los Valles de Aragua, donde tuvo una encomienda de indios.

     Los Bolívar desempeñaron altos cargos administrativos durante la colonia, como alcaldes, regidores y justicia mayor. También alcanzaron rangos militares en la milicia, bajo las órdenes del Rey.

    El padre de Simón Bolívar, don Juan Vicente Bolívar y Ponte, nació en 1726. A los 16 años participó en la defensa de la Guaira, cuando fue atacada por los piratas. También ocupó el rango de coronel de las milicias de los valles de Aragua.

     En 1781, el padre de Simón Bolívar envió una carta a Francisco de Miranda, donde le rogaba que se pusiera al frente de la revolución. En una parte de la carta se expresaba: “A la primera señal que nos haga, estamos dispuestos a servirle como nuestro jefe hasta el fin”.

      En la sociedad colonial, la familia Bolívar tiene una participación destacada en lo político, social y económico. Lo cual se debe considerar como una referencia importante en el desarrollo de la infancia del Libertador.

 

LA FAMILIA PALACIOS

       El origen de la familia Palacios se ubica en la región española de Miranda de Ebro, en Castilla la Vieja. En España, los antepasados castellanos de Simón Bolívar se dedicaron a la carrera de las armas, donde ocuparon cargos importantes.

     El abuelo materno de Simón Bolívar, don Feliciano Palacios y Sojo, llegó a la ciudad de Caracas donde se casó con doña Francisca Blanco Heredia. Del matrimonio nacieron once hijos, entre los cuales se hallaba doña María de la Concepción Palacios y Blanco, futura madre del Libertador.

     María de la Concepción Palacios y Blanco nació en Caracas en 1758. La familia Palacios era propietaria de grandes extensiones de tierra y sus miembros poseían una amplia cultura. Un tío de doña Concepción Palacios, don Pedro Palacios y Sojo (conocido luego como el padre Sojo), fue u notable músico de la colonia, fundador de la Escuela de Música de Caracas.

 

FAMILIA BOLÍVAR Y PALACIOS

      En 1773 don Juan Vicente Bolívar, de 47 años de edad, se casó en Caracas con María de la Concepción Palacios, quien entonces tenía 15 años. De esa unión nacieron cuatro hijos: María Antonia, Juana, Juan Vicente y Simón. Posteriormente, nació María del Carmen, pero apenas vivió unas pocas horas.

      La familia Bolívar Palacios poseía numerosas propiedades, tanto en Caracas como en Aragua y los valles del Tuy. También eran dueños de las minas de Aroa en Yaracuy y propietarios de muchos esclavos.

 

SIMÓN JOSÉ ANTONIO DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

     Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar y Palacios nació el 24 de julio de 1783 en la ciudad de Caracas, a pocos metros de la plaza mayor. Fue bautizado  el 30 de julio en la misma iglesia catedral por el sacerdote don Juan Félix Aristiguieta y Bolívar, quien era su tío.

     En diciembre de 1784, cuando tenía 18 meses de edad, el niño Simón recibió la herencia de su tío: la casa de las Gradillas con todos sus muebles, una hacienda en Yare con 25 000 árboles y otra en Macayra con 30 000 árboles. Igualmente, heredó todos los esclavos que se encontraban en las propiedades.

 

BOLÍVAR HUÉRFANO

Simón Bolívar quedó huérfano durante su niñez. Tenía apenas dos años y medio cuando murió su padre, don Juan Vicente Bolívar, el 19 de enero de 1786. Cuando tenía 9 años perdió a su madre, doña Concepción Palacios, quien falleció el 6 de Julio de 1792, a los 34 años de edad.

     Después de la muerte de doña Concepción, Simón Bolívar y sus hermanos quedaron bajo el cuidado de su abuelo materno, don Feliciano Palacios, quien murió al año siguiente.

     A partir de entonces, Carlos y Esteban Palacios se ocuparon de sus sobrinos, los hermanos de Bolívar. A Simón Bolívar le correspondió la atención de su tío Carlos Palacios, aunque siempre prefirió a su tío Esteban, quien tenía un carácter jovial y cariñoso. El viaje del tío Esteban a España afectó mucho al niño Simón.

 

UN NIÑO DEMASIADO INQUIETO

     La vida del niño Bolívar en casa de su tío Carlos Palacios era muy difícil debido al carácter severo del tutor, quien además viajaba constantemente fuera de Caracas y lo dejaba con la servidumbre.

     En julio de 1795, un día antes de cumplir los doce años, Simón Bolívar se fugó de la casa de su tío Carlos y se fue a vivir donde su hermana María Antonia, ya casada con don Pablo de Clemente.

     Su tío se dirigió entonces a la Real Audiencia, donde expuso: “El pupilo me venera y se sujeta ciegamente a mi voluntad; estoy cierto de que me profesa mucho amor y mejor ley”. Estas palabras de Carlos Palacios no eran ciertas, ya que por otra parte decía que Simón era un niño absolutamente desaplicado a todo género de instrucción.

     Sin embargo, la Real Audiencia ordenó que el niño Simón regresará a casa de su tío Carlos. A pesar de las protestas del niño, un esclavo lo cargo por la fuerza y lo trasladó a la casa del maestro Simón Rodríguez, donde iniciaría sus primeros estudios.

Simón Bolívar fue un niño solitario y triste, pero al mismo tiempo rebelde y altanero.

 

LA VIDA EN LA ESCUELA

     La escuela de Simón Rodríguez era también su casa, donde vivía con su esposa María de los Santos Ronco, su hermano Cayetano Carreño, su esposa, más cinco niños que estudiaban en la casa, y la servidumbre.

     A los pocos días, Simón Bolívar se escapó de la escuela y fue a casa del obispo Viana. El caso fue de nuevo a la Real Audiencia, donde el obispo habló en favor de Bolívar. Sin embargo, la institución ordenó al niño: A no salir otra vez sin permiso del mismo maestro de su lado y compañía.

     Luego de este segundo incidente, el niño Bolívar regresó voluntariamente a la casa de su tío Carlos, quien lo llevó nuevamente a la escuela de Simón Rodríguez.

      A los 12 años, el futuro Libertador prefería pasear, montar a caballo y bañarse en el río, aunque con el tiempo comenzó a interesarse más por los estudios.

 

LOS MAESTROS DE SIMÓN

     La educación de Simón Bolívar comenzó con las lecciones de Simón Rodríguez, quien le impartió los primeros conocimientos de aritmética e historia, así como las lenguas española y latín. Simón Rodríguez educó a Bolívar para vivir con perseverancia, en libertad y en estrecha relación con la naturaleza.

     El maestro aprovechó el espíritu inquieto y rebelde de su joven alumno para despertar en él las ideas de libertad que para la fecha llegaban de Europa y de los Estados Unidos.

     Según refiere Rufino Blanco Fombona… “Rodríguez hizo cerrar los libros de texto y le abrió el gran libro de la naturaleza. Le enseña antes que nada a ser fuerte de alma y de cuerpo y a convivir con la naturaleza sin ser víctima de ella”.

     Otros maestros de Bolívar fueron el cura José Antonio Negrete, quien le enseño historia  religión; Guillermo Pelgrón, nociones de latín; y Fernado Vides, escritura y aritmética. También fue contratado como maestro de Bolívar, el joven Andrés Bello, apenas dos años mayor que su alumno. Bello le enseño letras y geografía al joven Simón. Años después, el Libertador se expresó de Bello de la siguiente manera: “Fue mi maestro cuando tenía la misma edad; y yo le amaba con respeto”.

     Para mejorar los conocimientos matemáticos del joven Simón, su familia contrató al sabio capuchino fray Francisco de Andújar, quién le enseño álgebra, geometría, física y topografía.

     Sobre la educación recibida, el Libertador expresó: “Me buscaron maestro de primer orden en el país. Robinson, a quién usted conoce, fue mi maestro de primeras letras y gramática. De bellas letras y geografía, nuestro famoso Bello. Se puso una academia de matemática sólo para mí por el padre Andújar”.

 


EL CADETE BOLÍVAR

     En 1797 el joven Simón con tan sólo 14 años entró como cadete en el batallón de Milicias de Blancos Voluntarios de los valles de Aragua, el mismo donde había servido su padre Juan Vicente con el grado de Coronel. El 4 de julio de 1798, el cadete Simón Bolívar obtuvo el grado de subteniente en la sexta compañía de su batallón

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Infancia y Educación de Bolívar

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